Carta de instrucciones para el corazón roto de una mujer enamorada:

1.- Respira. Despacio. Profundo. Res-pi-ra.

2.-El tiempo y la soledad son tus amigas, no les huyas, no desesperes. Despacio, a tu tiempo, hay una vida esperándote allá afuera, pero si tienes que hacerte bolita bajo las sábanas y no hablar con nadie, de nada, un día más, hazlo.

3.-Busca a las tuyas, ve a buscar a las tuyas urgentemente. No tienes que hablar ni siquiera para decir “hola” ni “te necesito”; o puedes hablar durante horas y horas hasta que sientas que tus labios ya no pueden repetir su nombre. No importa, bùscalas, te ayudarán a recordar que hay corazones qué te quieren bonito, para que no pierdas el horizonte y creas que hay algo en tí que le impidió amarte.

4.- Obligate a trabajar, a dormir, a comer bien, a salir y a vivir, porque las ganas de salir de ese pozo, no van a llegar solas. Pero no te obligues nunca a no estar triste, eso además de imposible, es más doloroso. Así que trabaja triste, duerme triste, come triste... Pero hazlo.

5.- Deja qué duela.

6.- En serio, deja, que duela. Deja que se rompa. Que te arda, que supure y palpite. Cuando se te haga un nudo en la garganta y los ojos se aguen, sueltate, rómpete. Si un rayo de tristeza se atraviesa sin razón en tu día, y el corazón duele, si un recuerdo doloroso irrumpe en tu mente, dejale pasar. No luches con tu dolor, eso no va a evitarlo, cerrar la puerta a todo lo que hiere, no hará qué se vayan, están allí, detrás del portón, esperando. El dolor es una experiencia ineludible, así que deja que duela, deja que las lágrimas se sequen solas, que la vida sane.

7.- Suèltalo. Suelta todas las expectativas que deseas profundamente que sucedan, todo el futuro que tanto temes perder al soltarle, no vale ni un sólo día más de tortura.

8.-No regreses a un lugar dónde deliberadamente te hirieron. Lo que hoy duele, lo que se muere, estaba vivo por tí, por el amor y la voluntad qué pusiste en ello, tus ganas, tú confianza, tus cuidados… tú hiciste florecer la primavera, no te conformes. No te quedes con quien te menosprecio, te lastimó, te invalidó. Nunca, nunca te aferres a quién, pese a todo, prefirió lastimarte a tí, antes que a sus deseos.

9.- Recuerda, que vas a estar bien. Vas a encontrarte. Volverá la luz y la música. No te vas a morir de desamor, porque te tienes a tì, tú eres suficiente.”